lunes, 23 de febrero de 2015

El Sultán Y El Mendigo



El Sultán y El Mendigo.






Una vez un sultán iba cabalgando por las calles de Estambul, rodeado de cortesanos y soldados. Todos los habitantes de la ciudad habían salido de sus casas para verlo..Al pasar, todo el mundo le hacía una reverencia. Todos...menos un mendigo harapiento.


El sultán detuvo la procesión e hizo que trajeran al mendigo ante Él. Exigió saber por qué no se había inclinado como los demás.

El mendigo contestó:
- Que toda esa gente se incline ante vos, significa que todos ellos desean lo que tenés, dinero, poder, posición social. Pero esas cosas ya no significan nada para mí. Así pues, ¿por qué habría de inclinarme ante vos, si tengo dos esclavos..que son tus Señores?

La muchedumbre contuvo la respiración y el sultán se puso blanco de cólera.
-¿Qué querés decir? - Gritó.

- Mis dos esclavos, que son tus Maestros, son la Ira y la Codicia- dijo el mendigo tranquilamente.

Dándose cuenta de que lo que había escuchado era cierto, el sultán se inclinó ante el mendigo.


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