miércoles, 25 de febrero de 2015

Shimriti




El mundo, tiene espinas, tiene rosas, tiene noches y tiene días. El mundo es absolutamente neutro, equilibrado y lo incluye todo.
Unos proponen cambiar el mundo (es la idea de la mente científica), otros cambiar la propia mirada (es el sentir del mundo interno) Son dos puntos de vista diametralmente opuestos: la ciencia buscando en lo externo y el espíritu en lo interno.
Los sentimientos (pura emoción) y el pensamiento (pura razón) tarde o temprano se van a encontrar, porque su búsqueda es la misma. Se juntarán pronto si descubren el mundo espiritual.
La ciencia sin sabiduría puede destruir el mundo. La sabiduría sin ayuda de la ciencia jamás será suficiente.

En muchos aspectos el mundo depende de vos y de lo que escojas. Si decidiste mirar solo lo malo, vivirás en un mundo terrible y dañino. Si, por el contrario, ves lo mejor a tu alrededor, tendrás la posibilidad de encontrar un mundo donde valga la pena vivir.




Intentálo, probá esta nueva forma de ver la vida en términos optimistas, no seas pesimista.
El pesimismo, crea el infierno a su alrededor y vive en él. En conexión con tu arista más espiritual, podrás entender que si cambias tu actitud interna, el mundo externo también cambiará.
El mundo de los demás quizás sea el mismo, pero tus ojos, son ahora diferentes. Vos, no sos el mismo.
Y no es el mero hecho de que vos lo veas diferente, sino que, en efecto, tu cambio provoca un cambio en el mundo.
Bayazid de Bistam, un místico sufí, solía cantar en sus últimos años:
"Al principio preguntaba a la gente; ¿Dónde está Dios? y un día el milagro sucedió y empecé a preguntar;¿dónde no está Dios?."

Empieza con lo negativo y encontrarás lo positivo.
¿Cavaste alguna vez un pozo en busca de agua?
Aunque estés cavando en el lugar correcto, al principio encontrás tierra, rocas y basura. Después de mucho trabajo encontrás barro, que ensucia todo y dificulta el trabajo. Un poco más abajo llegás al agua, aunque al principio está muy sucia y contaminada. Si seguís cavando llegarás al agua limpia, que brotará cada vez más pura....



Exactamente lo mismo nos pasa cuando exploramos nuestro propio ser.



El principio es duro y frustrante, lo que encuentra es siempre desagradable y maloliente; pero confía y persevera, porque al final aparece siempre lo mejor de tí,  el más puro, prístino y transparente. 

Jorge Bucay.
Shimriti, de la ignorancia a la sabiduría.

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